17 jun 2009

Que la patria me lo demande

Un reciente estudio de Canal 9, o al menos publicado por ellos esta mañana, da a conocer un número agobiante. Agobiantísimo si existe la palabra (y si me permiten la expresión).
El 30% del tiempo de la clase se utiliza para callar a los alumnos.
¿Dónde ha quedado el respeto? ¿Dónde vamos a ir a parar con tantas libertades para los chicos?
Esas eran, más verdad o más paquetería, las preguntas que se hacían en el informe.
Ahora me pregunto yo... ¿Para qué quieren callar a los parvulitos? ¿Por qué no los dejan hablar? ¿Cuál es el problema con que hablen? (¿Miedo a escuchar algo tal vez? Como por ejemplo que dejen de faltar o que lo que les enseñan no sirve para tres cornos? Digresión, perdón.)
Me pareció por un momento absurdo plantear algo tan básico, no quiero terminar siendo una marca-facho, ni mucho menos... porque todos tenemos un facho dentro después de todo... A cada quién le sale con lo que le parece. Sin embargo, con el callar me pudieron, y fue más fuerte que yo permanecer atenta al argumento. Así comencé a preguntarme por qué no, en vez de intentar callarlos, estimular que hablen con propiedad, que se expresen, que hablen de lo que ellos quieren decir, porque evidentemente tienen mucho para decir...
No quiero caer en la defensa del "qué me pongo el sábado para ir a bailar". Al contrario, si tantas son las ganas de hablar, será cuestión de ponerle energía al oir. A prestarle atención a qué novedad pueden traer, sobre qué si pueden tomar posición... darles herramientas para que hablen con propiedad no creo que sea un pecado, o si?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Exprésese con la libertad que considere adecuada...